4k caminata virtual cerca del río por el bosque
Las cascadas de Ezaro, o Cascada Ezaro, situadas al pie del monte Pindo, son alimentadas por el río Xallas el mayor río que alimenta cascadas que desembocan en el océano Atlántico. Escocia y algunos fiordos de Noruega tienen arroyos similares, pero se dice que éstos son los mayores.
Pequeño pero pintoresco, el camino hasta la cima del Mirador tiene una pendiente de 30 grados. No es largo, sólo un poco más de una milla (1,9 km), pero sí empinado, con más de 250 metros de desnivel en esa corta distancia y una pendiente media del 13-29%.
Las cataratas de Ezaro, o Cascada Ezaro, pueden ser desconocidas fuera de España, o incluso fuera de Galicia, pero fueron un agradable paseo después de la siesta y un lugar para explorar algunas de las bellezas naturales que ofrece esta región.
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El noroeste de España sigue sorprendiéndome cuanto más aprendo sobre él. Uno pensaría que es difícil superar a una región que tiene islas costeras con playas de arena blanca, uno de los cascos históricos más bonitos de Europa o la única ciudad que sigue completamente rodeada por sus murallas romanas originales. Pero Galicia tiene otro tesoro impresionante: el único río de Europa continental que desemboca en el mar a través de una cascada.
El río Xallas desciende por la lustrosa ladera del monte Pindo desde una presa que lleva generando energía hidroeléctrica desde los años sesenta. Cuando mis amigos, tanto gallegos como extranjeros, me hablaban maravillas de la Cascada de Ézaro -que se pronuncia “EH-thah-row” [ˈe.θa.ɾo]-, yo siempre imaginaba un río que se precipitaba sobre algo parecido a los Acantilados Blancos de Dover antes de caer dramáticamente al océano. La realidad es mucho más discreta, ya que el río se limita a rodar por una ladera erosionada hasta un pequeño estuario antes de llegar a mar abierto. Pero saber que no hay nada parecido en ninguna otra parte de Europa convierte al Ézaro en un lugar muy especial.
Ponte Maceira, uno de los pueblos más bellos de
En el municipio de Dumbría, cerca del cabo Finisterre, se encuentra el río Xallas y el embalse de Santa Uxía, una central hidroeléctrica que desgraciadamente intervino con la naturaleza. Sus compuertas se abren todos los sábados y domingos del verano, creando de nuevo la espectacular cascada que se ve en la foto -localmente se llama “Cadoiro”- y el salto de agua desde una altura de 100 m a una fosa de unos 6 metros de profundidad, formando una ensenada que desemboca en la playa de Ézaro, una de las más bellas de la costa. Sin embargo, esto no se debe a la presa, la cascada siempre ha existido, la presa sólo regula las horas de apertura, perdón por el juego de palabras.
Antes de que se construyera la presa, que por cierto ha arruinado un poco el paisaje, esta cascada corría libre y quizás se pregunte ¿qué tiene de diferente? Bueno, de hecho es la única cascada de Europa que desemboca directamente en el mar, aunque ahora sólo cae durante las horas de trabajo y en temporada alta. La cascada está abierta y en funcionamiento de 12:00 a 14:00 todos los sábados y domingos del 21 de junio al 21 de septiembre, ¡y a veces en días festivos! Hay que servir a los turistas.
Paseo virtual por el bosque en 4K con vistas a cascadas y sonidos de la naturaleza
La cascada de O Ézaro es un salto de agua que forma el río Xallas en su desembocadura al mar. Se encuentra en el municipio de Dumbría. Desde una altura de más de 100 metros, el río se precipita en caída libre al mar frente al Cabo Finisterre formando un pozo de más de 20 metros de profundidad. Este lugar es único tanto por su belleza como por su singularidad, ya que aquí podemos ver el único río de Europa que cae en cascada directamente al mar. Es todo un espectáculo, sobre todo cuando se abren las compuertas del embalse de Santa Uxía y el agua comienza a descender con toda su fuerza por las laderas del monte Pindo.
“No pude acercarme para ver cómo acababa, pero pasé muy cerca del lugar y me informé, que cae no haciendo un salto o una catarata, sino precipitándose directamente al mar haciendo un pozo de inmensa profundidad, y peligroso y levantado uno como un monte de espuma y espolvoreando, porque el Ezaro lleva mucha agua”.
Es un espectáculo igualmente fascinante tanto de noche como de día, y la cascada luce hermosa también en las noches despejadas a la luz de la luna. Esto se debe a que, durante las noches de verano y otros periodos vacacionales, la cascada se ilumina. Por eso no es extraño encontrar visitantes a cualquier hora. De hecho, incluso hay rutas en piragua que llegan hasta allí tanto de día como de noche para admirar su belleza más de cerca, desde “dentro”. Quien lo ha probado dice que la experiencia es absolutamente extraordinaria.
