El mar en galicia

Vigo
El edificio se ubica en la antigua fábrica de conservas Alcabre-Molino de Viento (1887), reutilizada posteriormente como matadero municipal. En 1992, la Xunta de Galicia encargó el anteproyecto del museo al arquitecto italiano Aldo Rossi y al gallego César Portela, que tras la muerte de Rossi proyectaron un conjunto edificatorio formado por la antigua fábrica, un nuevo cuerpo de almacenes, la taberna, el acuario y el faro.
El museo se basa en la estructura de la antigua fábrica de conservas, y está formado por una serie de espacios interrelacionados, estructurados por dos familias de almacenes, un edificio, un puente elevado que los une, un restaurante, un fuerte, antiguas salinas romanas, un muelle y un faro.
La gama cromática de esta piedra favorece la integración con el entorno natural y las construcciones preexistentes. Su dureza y resistencia la hacen idónea para su uso en espacios públicos y admite todo tipo de acabados y formatos.
Gris Mondariz es una variedad ideal para utilizar en fachadas combinada con otros materiales artificiales como el vidrio, el hormigón o el acero, dada la complementariedad cromática entre cristales grisáceos, rosas pálidos y dichos materiales.
Galicia
La Marina de Lugo es una fuente inagotable de maravillas naturales que conviven con un espectacular patrimonio histórico. Este tramo de la costa gallega, bañado por las aguas del Cantábrico, esconde mágicas leyendas de sirenas y marineros entre las caprichosas formas de sus acantilados.
La playa invita a tumbarse en sus suaves rocas, donde mecido por el rítmico oleaje se puede tomar el sol o echar una agradable siesta. Subir hasta el faro de Roncadoira es la parte más dura de la ruta; las gaviotas parecen perder el equilibrio mientras las olas chocan con gran fuerza contra los acantilados.
Comenzamos nuestro viaje en la localidad de Ribadeo, en la desembocadura del río Eo, frontera natural con Asturias, en plena Marina de Lugo. El esplendoroso pasado de la villa se aprecia paseando por su encantador casco histórico, repleto de bellas construcciones levantadas por los emigrantes retornados de Sudamérica. Al llegar al puerto, podemos dar un corto paseo por un escarpado acantilado. En mitad de la ruta, pararemos para admirar el flysch cántabro desde el mirador de Santa Cruz, a casi 200 metros sobre el nivel del mar. Desde allí también se divisa la isla Pancha y dos pintorescos faros azules y blancos. El más corto de los dos tiene planta cuadrada y data de finales del siglo XIX, mientras que el otro es mucho más reciente, construido en 1987.
Vigo portugal mapa
Museo Marítimo de GaliciaEscuchaLa tecnología de la pesca -desde las pequeñas embarcaciones hasta los buques factoría-, la industria marisquera, la acuicultura, pero también la oceanografía en todas sus facetas: la variedad de aspectos que se recogen en el Museo Marítimo de Galicia refleja la estrecha y secular relación entre Galicia y el mar. Una relación que se remonta a la Edad de Bronce, como demuestran los restos de un asentamiento del siglo VIII a.C. El museo ocupa una fábrica de conservas rehabilitada y ampliamente ampliada, y el diseño de su exposición permanente a base de cubos iluminados se inspira en el vecino puerto de contenedores de Vigo. Documentos de vídeo y audio, pantallas interactivas y objetos originales ilustran la historia de la pesca regional.Ampliar mapaReducir mapaNavegarSu ubicación?Museo do Mar de Galicia
Turismo en Vigo
El Museo do Mar de Galicia cuenta con una de las exposiciones permanentes más completas de Vigo, que combina con exposiciones temporales, siempre relacionadas con el mundo del mar y la pesca. Es el lugar perfecto para conocer la historia marítima de Vigo: pesca, marisqueo, acuicultura y conservación, desde las primitivas salazones hasta los modernos métodos de congelación, así como los avances técnicos en materia de embarcaciones y biología marina.
El arquitecto italiano Aldo Rossi visualizó este hermoso museo basándose en el esqueleto de la antigua conservera de Alcabre (más tarde convertida en el matadero municipal). Desgraciadamente, murió durante el proceso, por lo que el arquitecto gallego César Portela tuvo que tomar el relevo; el resultado es una obra de arte arquitectónica realmente asombrosa que merece la pena visitar aunque sólo sea para perderse en sus vertiginosas líneas triangulares.