Dani Martin – Mi Teatro (Teaser 2)
Han surgido más detalles sobre el “narcosubmarino” interceptado por la policía frente a la región noroccidental de Galicia en España, y que supuestamente transportaba unos 3.500 kg de cocaína por un valor estimado de 100 millones de euros.
Dos hombres de Ecuador que intentaron huir de la policía nadando hasta la orilla fueron detenidos inmediatamente. La policía también está persiguiendo a un tercer hombre, que se cree que es de Galicia, y que también estaba en la embarcación pero logró escapar.
Se ha informado de que las autoridades españolas fueron alertadas por sus homólogos policiales del Reino Unido y de Estados Unidos sobre la existencia de la embarcación “sospechosa” antes de que ésta fuera a desembarcar su cargamento de droga. Las autoridades portuguesas y brasileñas también participaron en la operación de tres días para localizar e interceptar el submarino.
Después de viajar durante más de 20 días, la embarcación pasó al parecer otros siete días esperando en varios puntos a que otra embarcación recogiera el cargamento de droga, pero nadie apareció, posiblemente debido a las malas condiciones del mar.
Los buzos de la policía trabajaron para acceder a la embarcación antes de sacarla del lugar donde se había hundido. La policía la reflotó con ayuda de globos antes de transportarla a un puerto de Cangas. A continuación, los funcionarios del cercano puerto de Aldán la abrieron para examinar la droga que llevaba a bordo.
Hotelo – Brother (Audio)
Una mujer lleva a su hijo menor por el Casco Vello de Vigo de camino al mercado principal de la ciudad. Al levantar la vista, se da cuenta de que un hombre la mira fijamente mientras fuma en la puerta del bar del que es propietario y ambos se miran.
Justo el día anterior, el nombre del hombre había sido uno de los 38 que ella había leído ante una sala llena de prensa y políticos locales: bares y sus propietarios que vendían descaradamente drogas duras a los jóvenes de la ciudad. Las mujeres que habían convocado la reunión estaban hartas. Estaban hartas de ver cómo se destruían las vidas a su alrededor mientras otros prosperaban con las toneladas de estupefacientes que entraban sin obstáculos por el litoral de la región.
Era 1986 y Vigo estaba inundado de droga. Más de 1.000 millas de costa formadas por pequeñas islas y las famosas y escarpadas ensenadas conocidas como rías, combinadas con una orgullosa tradición marinera, hacían de Galicia la puerta perfecta para los cárteles que buscaban acceso al viejo continente. El conocimiento local y el suministro latinoamericano formaron una poderosa alianza, y se calcula que durante la década de 1980, hasta el 80% del suministro de cocaína de Europa llegaba a través de la esquina noroeste de España.
Víctimas rescatadas y 21 detenidos por tráfico de personas en Utah Co.
Los clanes gallegos son los grupos de contrabando de drogas de la región española de Galicia. Debido a las actividades de estos clanes, se suele citar a Galicia como el principal punto de entrada europeo de la cocaína colombiana[1].
Tradicionalmente, la región de Galicia se lucraba con la industria pesquera, a la que se prestaba la geografía costera de la región. Tras la paralización de la industria pesquera, los pescadores locales comenzaron a contrabandear tabaco para mantener su negocio. El éxito de estas actividades de contrabando de tabaco condujo a la creación de grupos basados en clanes que vivían por completo del contrabando[2].
Los clanes criminales de la región se han mostrado frecuentemente hostiles entre sí en los últimos años. Mientras que el negocio del contrabando gallego en sus inicios era muy local, la internacionalización de las actividades criminales organizadas ha dado lugar a enfrentamientos entre clanes criminales en los que, en ocasiones, se cometen asesinatos, secuestros y torturas por parte de miembros del clan criminal gallego o de contactos y asesinos a sueldo colombianos[6].
Novedades Carminha – Juventud Infinita
Las secuencias iniciales del libro son especialmente atractivas. Como si se tratara de una voz en off explicativa de una película de Martin Scorsese, Carretero ofrece a los lectores una animada exposición de los orígenes del mercado negro marítimo de Galicia. Durante siglos, los gallegos se beneficiaron de los naufragios de cargas valiosas -y, según la leyenda local, incluso los idearon- y se sirvieron de los restos. A medida que describe la llamada Costa de la Muerte y el miedo que llegó a inspirar en toda Europa, Galicia se perfila en la mente como un telón de fondo idealmente espeluznante y anárquico para una historia de forajidos.
A medida que la narración avanza hacia la era moderna -y los capos locales evolucionan desde el saqueo de naufragios hasta el tráfico de tabaco, hachís y, finalmente, cocaína-, la Galicia de Carretero comienza a mostrar sorprendentes paralelismos con el norte de México. Ambas regiones aprovecharon su ventajosa posición geográfica para convertirse en guardianes de un mercado de consumo masivo de drogas.
En ambos casos, décadas o incluso siglos de comercio en el mercado negro fomentaron el crecimiento de expertos en contrabando idealmente adaptados a las necesidades de los productores de cocaína colombianos. Al igual que en México, los clanes gallegos se aprovecharon de un sistema político autoritario para asegurarse el apoyo de generaciones de funcionarios. Incluso después de la apertura democrática de cada nación, el legado de estas relaciones corruptas ha complicado los esfuerzos para combatir el crimen organizado.