Tractor kubota
Antes de la guerra, los polacos católicos constituían el 21% de la población de esta parte de Galicia. Y aunque muchos de ellos vivían en las ciudades, donde junto con los judíos constituían la mayoría de la población, el 68% de todos los polacos de Galicia Oriental eran campesinos.
Esto cambió por completo después de la guerra: los polacos, si no habían sido asesinados o exiliados durante la guerra, se trasladaron o fueron deportados a la actual Polonia como parte de los intercambios de población polaco-soviéticos.
Durante la época soviética, la iglesia Art Déco sirvió de almacén de fertilizantes minerales. En 1993 apareció en la primera serie policíaca ucraniana “Zlochyn z bahat’ma nevidomymy”, basada en una obra homónima de Ivan Franko.
Según el Diccionario Geográfico del Reino de Polonia (1880-1902), en 1880 vivían en el pueblo 1.527 católicos romanos, 140 católicos griegos y 21 judíos. La iglesia fue consagrada en 1890, ampliada en 1900 y reconstruida en 1936. Durante la época soviética, la iglesia sirvió de escuela-taller para los conductores de tractores, luego de granero y más tarde de almacén de abonos minerales.
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Fornalutx, Nostra Senyora Maria Verge Fiestas – 10h: Misa solemne. 11h: Espectáculo musical infantil, seguido de homenaje a la tercera edad. Plaza España. 16 h: Juegos infantiles. Sa Rutlana. 18.00 h: Baile folclórico con Aires Sollerics; 19.30 h: Coro Femenino Sant Francesc d’Inca. Plaza España. 22.15 h: Teatro y fuegos artificiales. Sa Rutlana.
Inca – 20 h: Sofía Pérez (voz), José Manuel Sánchez (tenor), Francesc Blanco (piano); poemas y canciones de Costa i Llobera y obras de compositores mallorquines. Teatre Principal, C. Teatre 10. 12 euros. teatreprincipalinca.com.
Fiestas de Santa Ponsa, Rei en Jaume – De 12 a 24 horas: Mercado medieval. Paseo marítimo. 19.30 h: Swing y lindy hop con Muffin Man Band. Plaza Pinada. 19.30 h: Misa solemne. 22.30 h: Fuegos artificiales. En la playa.
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Hay museos en Galicia que son un tanto desconocidos. Quizá no aparezcan entre los primeros de la lista cuando se trata de visitas turísticas, pero eso no les resta valor ni interés, más bien les otorga la gracia del descubrimiento.
Por ejemplo, quizá no sepamos que en Cangas se encuentra el MUVI, Museo del Videojuego, pionero en el sector, fundado por Galo y Jacobo Martínez. Es un espacio interactivo y divulgativo que repasa la historia de la microconsola, el ordenador y el videojuego. Muestra más de 150 sistemas electrónicos. Aquí se puede ver el paso del tiempo… Cuidado, quizá tengamos en casa alguna valiosa antigüedad electrónica.
Y, para terminar con los juguetes, podemos ir a un lugar lleno de casas: el Museo Casa de Muñecas de Monforte, en la Plaza de la Estación. Una colección de casas victorianas, casas de campo, patios andaluces… con todos sus pequeños detalles. Una artesanía y una paciencia admirables.
En Monforte también está el Museo del Ferrocarril de Galicia, MUFERGA. Lo más peculiar de la visita es la rotonda ferroviaria, una antigua instalación de taller de tracción y depósito de locomotoras, con 38 vías radiales y un puente transbordador giratorio, único en España. Además, cuenta con locomotoras y vagones de diferentes épocas y un parque temático ferroviario a pequeña escala. Entretenimiento garantizado.
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Estoy encaramado al muro de contención de un estrecho viñedo de Ribeira Sacra, saboreando una copa de vino tinto local elaborado con mencía. Junto con el viticultor Pedro Rodríguez, del viñedo Guimaro, miramos por encima de la cornisa hacia el cañón, quizás cientos de metros más abajo, hacia la delgada cinta del río. Lanzo una piedra. Desaparece.
Caminamos entre sus viñedos, con cuidado al pisar. Rodríguez explica que está tramitando la certificación ecológica. “Practicamos la agricultura como se hacía en el pasado”, dice. No bromea: los primeros en elaborar vino aquí fueron los romanos. Hace dos mil años, el ejército romano trabajaba en este mismo lugar. Construyeron la terraza de piedra que Rodríguez ha rehabilitado -al igual que otras- para cultivar uvas y elaborar vino.
Lluviosa y verde, Galicia se incorporó al Imperio Romano durante el reinado de Augusto, hacia el 29-19 a.C. Para saciar la sed de las tropas que explotaban la mayor mina de oro de la época -Las Médulas, en el cercano Bierzo- crearon su propia industria. En esta zona montañosa no había terrenos llanos, sino que excavaron terrazas en cascada en los cañones circundantes y en las empinadas riberas del Sil y el Mino para plantar viñas.
