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En Galicia, cuando la fuerza del mar se une a la paciencia del tiempo el resultado es una obra de arte… la playa das Catedrais, un monumento natural con una dimensión sobrenatural. Sólo hay que esperar a que baje la marea, quitarse los zapatos y empezar a caminar… y se sentirá en el séptimo cielo.
No hay nada como disfrutar de la vista de los arbotantes de 30 metros de altura, adentrarse en las cuevas marinas con cúpulas de aguja, descubrir la insólita visión de los arcos dentro de los arcos. O simplemente deambular por los pasillos de arena rodeados de muros de pizarra, como en una imponente y caprichosa nave central. Y siempre con los pies en la arena y la cabeza en el cielo. Estás dentro de la catedral del mar.
El escalón que forma la llamada plataforma cantábrica alcanza aquí la categoría de monumento geológico. En los acantilados el mar ha esculpido toda una serie de arcos, columnas y bóvedas que dieron lugar a la zona situada entre las playas de Augasantas y Carricelas y que los turistas conocen como la Praia das Catedrais.
Las mejores playas cerca de santiago de compostela
Como tantas cosas en la vida, hay lugares que marcan. Lugares de ensueño que una vez que los descubrimos se quedan grabados en nuestra retina. De todos los paisajes que tenemos en España, hay una comunidad que nos sorprende con algo nuevo cada vez que la visitamos. Y es Galicia. Su diversidad de playas, con algunas salvajes, perfectas para el surf, otras vírgenes e idílicas para tumbarse y tomar el sol, hacen que queramos coger una toalla y el bañador y descubrir sus rincones. En otro artículo os desvelamos los 5 mejores spots de Galicia para hacer surf , hoy queremos ofreceros una guía de las playas más instagrameables . Aguas cristalinas bañadas por el Atlántico y el Cantábrico, arena blanca y fina, dunas doradas… Te advertimos, si vas a estas playas, carga antes tu móvil.
Más que una playa, podríamos llamarla la “catedral del mar”. Cualquiera que haya estado allí estará de acuerdo en que esta maravilla situada en Lugo es una de las playas más bonitas de España. Sus aguas son de color esmeralda y su arena es blanca. ¿Pero lo mejor? Los arcos de roca resultado del paso del tiempo, el mar y el viento. Asegúrate de que la marea está baja cuando vayas, para poder caminar entre estos arcos. Quizás no lo sabías, pero si vas en verano o en Semana Santa tienes que reservar en la web antes de ir. Sin duda, uno de los lugares más espectaculares que se pueden fotografiar.
Airbnb
Carmela es una periodista de Londres. Ha viajado desde Asia hasta Sudamérica, donde se perdió (temporalmente) en la Amazonia peruana. Dejó el lluvioso Reino Unido y se trasladó a Medellín, Colombia, donde vive desde hace dos años.
Galicia, en el noroeste de España, es sin duda una de las mejores regiones del país. En gran parte alejada de los caminos trillados, ya que los buscadores de sol acuden a las zonas de playa del sur del país, visitar Galicia es como dar un paso atrás en el tiempo hasta la Edad Media. La región está repleta de pequeños pueblos medievales, exuberantes campos de girasoles y místicos bosques milenarios. Es la tierra donde se unen la cultura española y la celta. Estas son nuestras principales razones para visitar Galicia:
Conocida por sus épicas formaciones rocosas, la playa de Catedrais es una de las visitas obligadas de la región. La playa alberga grandes arcos de roca y cuevas que han sido moldeadas por la madre naturaleza para que parezcan cúpulas de catedral, lo que le ha valido el nombre a la playa. Se puede caminar a través de las grandes cúpulas y explorar las cuevas cuando no hay ataduras.
Playa de Carnota
Tengo una obsesión con las ventanas. Para algunos la obsesión son las puertas o las paredes, pero para mí son definitivamente las ventanas. Llevo apenas unos minutos en Pontedeume (el primero de los muchos pueblos pesqueros que visitaremos a lo largo de la escarpada costa gallega) y ya tengo el carrete de la cámara lleno de persianas, marcos y jardineras.
Hacía más de dos años que no pisaba el continente, y más desde la última vez que visité España, y de repente las innumerables razones por las que me gusta esta región me invaden. Mientras admiro la arquitectura, aprendo la historia de los inusuales balcones interiores que espiamos en las casas de toda Galicia, y huelo el aroma del pan recién horneado que sale de alguna panadería escondida, pienso que por eso estoy tan contenta de volver aquí.
En Pontedeume, las calles están llenas de ancianos temerosos que conversan en las esquinas y que venden diversos artículos en el mercado de fin de semana. Entramos en el mercado de productos frescos y nos detenemos para que nuestro guía nos explique los diferentes productos del mar que se ofrecen. Hacemos unas cuantas fotos antes de que la dueña del puesto nos haga señas para que sigamos adelante: “Si no compráis”, le dice a nuestra guía en español, “pasad de largo. Me estáis bloqueando los productos”. Me río a carcajadas de la franqueza de la anciana. No están acostumbrados a los blogueros de aquí y tiene razón cuando dice que les estorbamos.
